La fisión nuclear es un proceso en el que el núcleo se divide en dos (o algunas veces incluso tres) núcleos más ligeros. También se emiten otras partículas (por ejemplo neutrones) y radiación electromagnética (rayos gamma). La fisión puede ocurrir espontáneamente pero lo más común es que sea inducida.
La reacción de fisión más común en un reactor nuclear es:
n + 235U → X + Y + (0-8)n + γ + exceso de energía
donde X e Y denotan los núcleos en los que se divide el uranio. A éstos se les llama fragmentos de fisión (por ejemplo: 99Zr, 99Mo, 137Te, 140Xe, etc.) y tienen masas que casi suman la masa del núcleo de uranio original (téngase en cuenta que se pueden liberar entre 0 y 8 neutrones).
Animación de una reacción de fisión: el numero de neutrones y rayos gamma en cada reacción puede ser diferente
En la fisión nuclear del uranio, se producen en promedio 2,5 neutrones de forma que la reacción aumenta el número de neutrones en el sistema. La mayoría de los fragmentos de fisión son radiactivos y emiten en promedio alrededor de cinco fotones (rayos gamma) en cada reacción de fisión.
La animación ilustra la reacción de fisión n + 235U → 90Kr + 143Ba + 3n + 4γCuando el núcleo de 235U absorbe un neutrón se crea un núcleo de 236U que tiene suficiente energía como para los nucleones de su interior empiecen a oscilar vigorosamente "estirando" el núcleo.
La energía que se libera cuando un núcleo de 235U se fisiona es de aproximadamente unos 200 MeV. Esta energía se reparte entre la energía cinética de los fragmentos de fisión (unos 167 MeV) y los neutrones (unos 5 MeV). Además, unos 17 MeV aproximadamente se liberan en las desintegraciones beta (unas tres desintegraciones por fragmento, en promedio). Los 7 MeV restantes se emiten como radiación gamma.
Hay que recordar que la combustión de un único átomo de carbono produce solamente unos 4 eV de energía - ¡unos 50 millones de veces menos! - La energía por molécula liberada en la explosión del TNT es también muy pequeña en comparación: unos 18 millones de veces menor.
Según hemos aprendido, en una reacción de fisión típica de 235U se producen alrededor de dos neutrones.
El número de fisiones individuales en una reacción en cadena es proporcional al número de núcleos fisibles en el material. Los neutrones producidos por la fisión pueden iniciar otra fisión si son absorbidos por otros núcleos fisibles. Pero los neutrones de la fisión pueden ser absorbidos por otro tipo de núcleos, o incluso escapar del material. Por tanto, la probabilidad de que ocurra la fisión es menor que 1. Sin embargo, hay algunas formas de aumentar esta probabilidad.
Los neutrones liberados en la fisión tienen una energía de alrededor de 1-2 MeV. Esos neutrones, llamados rápidos, tienen una probabilidad muy baja inducir la fisión del 235U de forma que estos neutrones interaccionarán con muchísimos núcleos antes de ser capturados por uno e inducir fisión. Una solución es frenarlos, es decir, asegurarse que su energía sea lo suficientemente pequeña (una fracción de 1 eV). Estos neutrones lentos, llamados neutrones térmicos son los que pasan más tiempo en contacto con los núcleos de uranio. Sus energías cinéticas son parecidas a las energías cinéticas de las moléculas en el aire que nos rodea. Para frenar los neutrones en una reactor de fisión se llenan los espacios vacíos entre el combustible con un material llamado moderador, por ejemplo agua o grafito.Otro método para aumentar la probabilidad de captura de neutrones consiste en rodear el material fisible con un reflector de neutrones que hace rebotar los neutrones para así aumentar el número de colisiones. El berilio, grafito y acero son materiales reflectores comunes.
Además, algunos neutrones encontraran núcleos que absorben neutrones. Para los neutrones térmicos el boro, cadmio y gadolinio están entre los materiales que absorben fácilmente neutrones. Por su parte, los neutrones rápidos son facilmente absorbidos por el isótopo más común del uranio, el 238U produciendo los núcleos fisibles 239Pu y 240Pu. Por tanto, hay que conocer la composición química e isotópica de los materiales que tenemos alrededor para saber si ellos van a participar en reacciones en cadena. Aprenderemos más de esto en la próxima sección, dedicada a los reactores nucleares.